Guardia Nacional avanza para pertenecer al Ejército
La Cámara Alta votará mañana la reforma que dará el control de la corporación a la Sedena
El Congreso de México se prepara para votar el próximo jueves la reforma a la Guardia Nacional, que plantea, entre otros puntos, que este cuerpo policial sea controlado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
“El dictamen ya está elaborado favorablemente y será sometido a discusión el próximo jueves en la Cámara de Diputados; luego será enviado al Senado”, señaló ayer a medios Ricardo Monreal, coordinador del grupo parlamentario de Morena.
Tras haber promulgado la reforma constitucional del Poder Judicial, Morena y sus aliados de los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y del Trabajo (PT) se alistan para votar esta iniciativa, incluida en un paquete de 20 propuestas impulsadas por el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, en febrero pasado.
“Tiene sentido, creemos, que el Ejército y la Guardia Nacional, las fuerzas armadas, son en este momento indispensables para lograr la tranquilidad y la estabilidad social en México”, afirmó Monreal.
La iniciativa de reforma constitucional será discutida en el Pleno de la Cámara de Diputados este 19 de septiembre, donde se votará su posible aprobación. Posteriormente, el dictamen será enviado al Senado de México, donde comenzará su discusión y votación en Comisiones, para luego ser abordado en el Pleno de la Cámara Alta.
Esta iniciativa ya fue discutida y aprobada en las comisiones de la Cámara de Diputados.
Las modificaciones buscan blindar lo que anteriormente declaró inconstitucional la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que impidió el control de la Guardia Nacional por el Ejército mexicano, dado que esta fuerza fue creada bajo la dirección de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Según el dictamen aprobado por el oficialismo, liderado por Morena, la persona que ocupe la titularidad de la Guardia Nacional deberá tener al menos el grado de general de división y será designada por el presidente en turno, a propuesta del titular del Ejército mexicano.
No obstante, también se prevé que, mientras “no exista personal con formación en la Guardia Nacional con la mencionada jerarquía, dicha designación recaerá en un general de división del Ejército, capacitado en materia de seguridad pública”.
La Guardia Nacional surgió a propuesta de López Obrador como una institución de seguridad pública de carácter civil, dependiente de la SSPC, y estableció una relación con las Fuerzas Armadas hasta 2024, cuando estas debían retirarse de las calles.
Sin embargo, el Mandatario ha impulsado en el Congreso su permanencia hasta 2028 y transferido su mando a las Fuerzas Armadas, a pesar de las advertencias de la sociedad civil, organismos internacionales y la oposición política sobre la militarización de la seguridad pública.